Tercer día en Oslo. Visita a los Museos de la Península de Bygdoy.
Amanecíamos el Martes 28 de Marzo de 2017, segundo día
completo que pasaríamos en la capital noruega, y nada más bajar a la recepción
de nuestro hotel adquirimos allí mismo nuestra Oslo Pass válida para 24 horas.
La Oslo Pass se puede adquirir en muchos sitios en Oslo; oficinas de
información y turismo, hoteles, campings, albergues y algunos museos.
Esta tarjeta es una forma
habitual de ahorrar en costes de transporte y entradas en la ciudad. La mayor
parte de los museos son gratuitos con el bono, al igual que el transporte
público dentro de los límites urbanos (salvo los autobuses nocturnos). Los
descuentos en restaurantes es otra de las ventajas.
Nosotros compramos la
tarjeta porque dedicaríamos el día a entrar en todos y cada uno de los museos
que se encuentran en la Península de Bygdoy, y creímos por tanto que nos sería
rentable, ya que con ésta, la entrada a los mismos era gratuita. Igualmente el
transporte público sería gratuito a lo largo del día.
Tarjeta Oslo Pass
Con la Oslo Pass en nuestra
mano, sin más, pusimos rumbo a la plaza del Ayuntamiento o Radhusplass, a través de la famosa Karl Johans Gate.
En una de las aceras de esta
Avenida, cerca del Parlamento Noruego, nos encontramos con una de las muestras
de lo que se conoce como “Ibsen Sitat”.
¿Qué es Ibsen Sitat?
El Proyecto Artístico Ibsen
Sitat está formado por 69 citas del famoso escritor noruego Henrik Ibsen
grabadas en acero inoxidable en las aceras de Oslo.
Las citas siguen el paseo
que Henrik Ibsen daba a diario desde su casa en la calle Arbins, pasando por
las calles de Henrik Ibsen y Karl Johans hasta el Grand Café, donde solía
comer.
Cita de Henrik Ibsen en una de las aceras de Karl Johans Gate
Las citas han sido
seleccionadas por expertos en Ibsen, actores, escolares y el público en general
y están formadas por 4011 letras.
Conforme nos acercábamos a
la Plaza del Ayuntamiento, con los primeros rayos de sol del día, el peculiar
edificio de las dos torres lucía bello y majestuoso.
Radhus o Ayuntamiento de Oslo
Desde la Plaza del
Ayuntamiento, y antes de tomar el Ferry que nos llevaría a la Península de Bygdoy, nuestro destino final
en el día de hoy, decidimos dar un pequeño paseo por el muelle y disfrutar de
una de las zonas más bonitas de Oslo: Aker
Brygge.
Centro del Premio Nobel de la Paz (al lado del Ayuntamiento de Oslo)
Durante más de 100 años, en Aker Brygge, se ubicó Akers Mekaniske
Verkstad (El Taller Mecánico de Aker). Desde 1986 el lugar se ha convertido en
una zona popular de tiendas, restaurantes, etc.
Muelle en Aker Brygge
Los elegantes y antiguos
astilleros, combinando arquitectura moderna y funcional confieren a la zona un
estilo moderno y funcional.
Paseando por Aker Brygge
Durante los meses de verano,
Aker Brygge, al ser una zona muy ambientada desde por la mañana hasta por la
noche, se ha convertido en un lugar de encuentro. En la calle peatonal, a lo
largo del muelle, hay multitudes de terrazas, con magníficas vistas sobre el
muelle y el Fiordo de Oslo. ¡Los restaurantes y cafés de Aker Brygge tienen en
total 2500 asientos al aire libre!
Terrazas en Aker Brygge
Justo al final del muelle se
encuentra el edificio inconfundible y vanguardista del Museo Astrup Fearnley.
Museo Astrup Fearnley al final de Aker Brygge
Este museo alberga la
colección Astrup Fearnley de arte moderno y contemporáneo que se encuentra
entre las más importantes del Norte de Europa. Su objetivo principal es la
adquisición de obras individuales e innovadoras. Solían prevalecer las obras de
prometedores artistas americanos, pero recientemente se han incluido obras
procedentes de Europa, Brasil, Japón, China e India. El museo complementa la
exposición permanente con exposiciones temporales.
Edificio del Museo Astrup Fearnley
El edificio del museo, del
año 2012, ha sido diseñado por el arquitecto italiano Renzo Piano, conocido por
obras como el Centro Georges Pompidou, el Parco de la Música y el edificio del
New York Times. Está formado por tres pabellones que descansan sobre un
particular techo de cristal con forma de vela de barco. El edificio saluda a su
entorno marítimo también de otras maneras: columnas de acero aparejadas por
cable reflejan los mástiles de los veleros del cercano puerto, a la vez que el
revestimiento planteado del edificio atestigua la exposición al clima marítimo.
Canales al lado del Museo Astrup Fearnley
Justo al lado del Museo se encuentra el Parque
de Esculturas de Tjuvholmen.
Una de las esculturas del Tjuvholmen sculpture park
Tjuvholmen Sculpture Park (Al final de Aker Brygge)
Una vez tomamos algunas
fotografías de las distintas obras allí expuestas y del fiordo de Oslo,
recorrimos de nuevo el muelle en sentido contrario para tomar, esta vez sí, el
ferry que nos llevaría a la Península de Bygdoy donde visitaríamos los
distintos museos que se concentran allí.
¿Cómo
llegar a la Península de Bygdoy?
El principal atractivo
turístico de la Península de Bygdoy son los cinco museos siguientes: el Norsk Folkemuseum o Museo del Pueblo
Noruego, el Vikingskipshuset o Museo
de los Barcos Vikingos, el Museo
Kon-Tiki, el Museo FRAM o Museo
de Expediciones Polares y el Museo
Marítimo Noruego.
Existen dos opciones para
llegar hasta allí: mar o tierra.
Nosotros nos decantamos por
la primera de ellas, para lo que tuvimos que tomar el Ferri Nº 91, que partía del muelle situado frente al Ayuntamiento.
En el ferri 91
Desde el ferri puede verse
el barco real, el KS Norge, así como
los reales clubes marítimos del Rey y de la Reina.
Reales Clubes Marítimos vistos desde el ferri
Rumbo a la Península de Bygdoy
La primera parada del Ferri
nos llevó hasta la Terminal de
Dronningen, desde donde el Norsk
Folkemuseum quedaba a diez minutos andando y el Vikingskipshuset, a quince, los cuales visitamos en ese mismo
orden.
llegada a la Terminal de Dronningen en Bygdoy
El camino desde la Terminal
de Dronningen a los dos museos anteriores se encuentra perfectamente indicado,
por lo que no nos supuso complicación alguna.
Indicaciones para llegar al Museo del Pueblo Noruego
Caminando desde la Terminal de Dronningen hacia Norsk Folkemuseum,
el primer museo que visitaríamos en la Pnínsula de Bygdoy
- Norsk Folkemuseum o Museo del Pueblo Noruego:
Fue el primero de los museos
que visitamos en la Península de Bygdoy.
Dirección: Museumsveien 10.
Precio Entradas: Adultos 110
NOK / Niños 30 NOK / Gratis con la Oslo Pass
Horario: De 10.00 a 18.00
horas desde Mediados de Mayo a Mediados de Septiembre / De 11.00 a 15.00 de
Lunes a Viernes y De 11.00 a 16.00 Sábados y Domingos, de Mediados de Septiembre
a Mediados de Mayo.
Es el museo al aire libre
más grande de Noruega y una de las principales atracciones turísticas de Oslo.
Presenta más de 140 construcciones, casi todas de los siglos XVII y XVIII,
procedentes de todo el país, reconstruidas y ordenadas según su región de
procedencia. Los senderos discurren por viejos establos y granjas con tejados
vegetales de donde brotan flores silvestres.
Casa de Madera en el Museo del Pueblo Noruego
Norsk Folkemuseum
Casa de Madera Noruega (Norsk Folkemuseum)
La Sección de Gamlebyen
(casco antiguo) reproduce una ciudad noruega de principios del Siglo XX, con su
tienda y una gasolinera de época; en verano, que no fue nuestro caso, pueden
verse demostraciones de artesanía (tejido, alfarería) y otras actividades
culturales. También destaca la restaurada iglesia de madera, construida
alrededor de 1200 en Gol y trasladada a Bygdoy en 1885.
Gasolinera en la zona de Gamlebyen ( Museo del Pueblo Noruego)
Fachada de una casa en la zona de Gamlebyen dentro del Norsk Folkemusem
Iglesia de Madera Noruega, uno de los principales atractivos del Norsk Folkemuseum
La sala de
exposiciones, cercana a la entrada principal recoge amplias muestras de arte
popular noruego, juguetes de época, trajes nacionales, utensilios domésticos y
de granja, así como exposiciones itinerantes. La más interesante se centra en
la vida y la cultura de los lapones, su antigua persecución y la manera en que
se adaptaron a la vida en la moderna Noruega. Las exposiciones temporales son
variopintas: arte sacro, cultura pop de 1950, etc.
El domingo el ideal para
visitarlo, pues es el día en el que se concentra la mayoría de las actividades.
Dado que muchas exposiciones son al aire libre, lo lógico es ir cuando hace
buen tiempo.
- Vikingskipshuset o Museo de Barcos Vikingos
Tras disfrutar al aire libre
de las bellas casas de madera en el Museo del Pueblo Noruego, pusimos rumbo al
Museo de Barcos Vikingos que se encontraba muy cerca del anterior.
Este museo se encontraba en
la Huk Aveny número 35, y el precio de la entrada era de 60 NOK para los
adultos y 30 NOK para los niños. No obstante nosotros mostramos nuestra Oslo
pass, y entramos de forma gratuita.
Otro aspecto a tener en
cuenta es que con la entrada de este museo se puede entrar de forma gratuita al
Museo de Historia de Oslo.
En este museo pudimos ver
los barcos vikingos mejor conservados del mundo: Oseberg, Gokstad y Tune.
Los tres barcos fueron
construidos en roble en el siglo IX, empujados hasta la orilla y utilizados
como tumbas para la nobleza, que era enterrada con todo lo que esperaban
necesitar en el más allá: joyas, mobiliario, comida, sirvientes, carruajes y
trineos intrincadamente tallados, tapices y figuras de aspecto fiero. Algunos
de estos objetos también se exponen en el museo. Todos fueron escavados en la
región de Oslofjord entre finales del siglo XIX y principios del XX.
Oseberg
Gokstad
Tune
Trineo hallado en el interior de uno de los barcos
Bastón hallado en el interior de uno de los barcos
Carro tallado hallado en uno de los barcos
El impresionante Oseberg, de 22 metros y enterrado en el
834, tiene la proa y la popa engalanadas con elaboradas tallas de dragones y
serpientes. La cámara mortuoria de debajo guardaba la colección más grande de
objetos de la era vikinga jamás descubierta en Escandinavia, pero todas las
joyas fueron expoliadas. A pesar de su aspecto sobrecogedor, es probable que el
barco solo estuviera pensado como recreo real.
Oseberg
El más robusto Gokstad, de 24 metros, construido
alrededor de 890, es el ejemplo más acabado que se conserva de barco vikingo
largo, pero cuando se desenterró pudo comprobarse que su cámara mortuoria había
sido saqueada y se recuperaron pocos objetos. Además de los tres barcos, se
exhiben algunos esqueletos hallados junto a ellos.
Gokstad
Huesos humanos hallados en el interior de los barcos
Desde estos dos museos, hay
veinte minutos más andando hasta Bygdoynes,
donde se concentran los Museos Kon-Tiki,
FRAM o Museo de Expediciones Polares y el Museo Marítimo de Noruega. La ruta está señalizada y constituye un
agradable paseo.
No obstante, el Ferry nº 91
también llega hasta Bygdoynes. Por
lo que podemos llegar hasta allí andando o tomando de nuevo el Ferry.
Nosotros, una vez salimos
del museo de barcos vikingos, para ir a los tres museos que nos quedaban aún
por visitar en la península, decidimos caminar de nuevo hasta la Terminal marítima de Dronningen, donde horas antes nos
había dejado el ferri nº 91, aunque volvemos a repetir que a estos museos se
puede llegar caminando sin necesidad de coger el barco, por un agradable paseo
señalizado y sin pérdida.
Ya en el ferri, la siguiente
parada es la Terminal de Bygdoynes,
justo al lado de la cual se encuentran los tres museos que nos quedaban por
visitar: el Museo del FRAM, el Museo Kon-Tiki y el Museo Marítimo Noruego.
Terminal de Bygdoynes
Una vez en tierra firme
decidimos visitar en primer lugar el Museo FRAM o de expediciones polares, ya
que teníamos unas ganas enormes de conocer de primera mano el enorme barco que
guarda su interior.
Llegada al Museo Fram
- Museo del FRAM
El horario de este museo,
como casi todos en la ciudad de Oslo, depende de la época del año en que se
visite. Así, los meses comprendidos entre Junio y Agosto, su horario es de 9.00
a 18.00 horas; de 10.00 a 17.00 Mayo y Septiembre; y de 10.00 a 16.00 horas el
resto del año.
Interior del Museo Fram
El precio de las entradas es
de 80 NOK para los adultos y 30 NOK para los niños. No obstante, nosotros
entramos de forma gratuita ya que teníamos la Oslo Pass.
Interior del Museo Fram
La naturaleza suele ser la
mejor arquitectura. Por ese motivo, cuando el conocido constructor naval Colin
Archer se le pidió que diseñara un barco cuyo casco pudiera resistir el impacto
del hielo polar, se inspiró en un huevo: el diseño oval garantiza que, cuando
el hielo presiona, el barco se eleve sobre la placa en lugar de verse aplastado
por ella. En este museo descansa su creación el Fram.
Velas del Fram
Botado en 1892, era el barco
más robusto construido hasta entonces y pasó una buena parte de su vida
atrapado en el hielo polar.
Interior del Museo Fram
Entre 1893 y 1896, la
expedición de Fridtjof Nansen al Ártico llevó a la goleta de 39 metros a las
islas rusas de Nueva Siberia, pasando algunos grados dentro del Polo Norte en
su viaje de vuelta a Noruega. En 1910, Roald Amundsen zarpó en el Fram (que significa “Adelante”), con
la intención de ser el primer explorador en alcanzar el Polo Norte pero, en
ruta, descubrió que Robert Peary se le había adelantado. Y, ni corto ni
perezoso, Amundsen viró al Fram y,
dando caza a Robert Falcon Scott, se convirtió en el primer ser humano en
llegar al Polo Sur. Otto Sverdrup también navegó en la Goleta por el sur de
Groenlandia hasta la isla canadiense de Ellesmere entre 1898 y 1902, surcando
más de 18000 km. Además del Fram, en
el museo se aloja el Gjoa, el primer barco que cruzó con éxito el paso del
noroeste.
Interior del Barco Fram
Camarotes del Fram
Visitando este museo se
puede inspeccionar el barco, echar un vistazo a los apretados camarotes e
imaginar la vida en el mar.
Fauna Polar en el interior del Museo Fram
Además, hay detalladas
exposiciones con mapas, fotografías y objetos que dan vida a las expediciones,
desde el intento de Nansen por cruzar el Polo Norte esquiando hasta el
descubrimiento del paso del noroeste por Amundsen y el fatídico intento de
rescate que acabó en su desaparición.
Fram
Otras exposiciones examinan
la vida en las regiones polares y su fauna; incluso hay un simulador polar.
Botes Salvavidas del Fram
En conclusión, y desde mi
humilde punto de vista, el FRAM es el mejor museo que visitamos en Oslo.
- Museo Kon-Tiki
Este museo se encuentra justo
al lado del museo FRAM, por lo que fue el siguiente que visitamos.
Balsa Kon-Tiki
La entrada al museo nos
salió gratuita con la Oslo Pass. No obstante el precio normal de las entradas
es de 90 NOK los adultos y 40 NOK los niños.
El horario de apertura es el
siguiente:
-
9.30-18.00 horas (Junio-Agosto)
-
10.00-17.00 horas (Marzo-Mayo) y
(Septiembre-Octubre)
Este museo está dedicado a
la balsa Kon-Tiki, con la que el
explorador noruego Thor Heyerdahl navegó desde Perú hasta la Polinesia en 1947.
También muestra el barco de totora Ra II,
construido por el pueblo Ayamara en la isla suriqui de Bolivia, en el lago
Titicaca. Heyerdahl lo utilizó para cruzar el Atlántico en 1970.
"Ra II" (Barco de Totora)
- Museo Marítimo Noruego
Tras la visita al Kon-Tiki
entramos al Norsk Maritimt Museum o Museo Marítimo de Noruega, que se
encontraba justo al lado. De nuevo la entrada fue gratuita con la Oslo Pass. No
obstante el precio normal de la entrada es de 80 NOK para los adultos y 30 NOK
para los niños.
Interior del Museo Marítimo Noruego
El museo muestra la relación
del país con el mar, las industrias pesquera y ballenera, la flota sísmica (que
va en busca de petróleo y gas), la construcción naval y el salvamento marítimo.
Lo más interesante quizá sea una película de 20 minutos con imágenes del
litoral noruego.
Faro Marítimo
Horario de Apertura:
-
10.00-17.00 (Mediados Mayo a Agosto)
-
10.00-15.00 de Martes a Viernes (Resto del
año)
Sitio Web para más
información: www.marmuseum.no
¿Fue rentable comprar la tarjeta Oslo Pass?
Con
la visita a este Museo poníamos fin a la visita de la Península de Bygdoy, y
nos disponíamos a tomar de nuevo el ferri nº 91 para volver al centro de Oslo.
En la terminal de Bygdoynes para tomar el ferri de vuelta
Pese a que nosotros hicimos
tanto la ida como la vuelta a la Península de Bygdoy en el ferri nº 91, hay
otra forma de llegar hasta allí, el bus, para lo que hay que tomar la línea nº
30 en la estación del T-Bane de Jerbanetorget.
Terminal Marítima de Bygdoynes
Nada más bajarnos del barco
en la Radhusplass o Plaza del Ayuntamiento, recorrimos toda la zona de Aker
Brygge, con sus terrazas llenas de gente, ya que el día soleado y con buena
temperatura acompañaba para ello.
De nuevo en Aker Brygge
Justo al final del muelle se
alzaba el Astrup Fearnley Museet que
decidimos entrar a visitar ya que la entrada era gratuita con la Oslo Pass.
Canales justo al lado del Museo
No obstante, si no dispones
de la Oslo Pass el precio de la entrada es de 100 NOK para los adultos y 60 NOK
para los niños.
Entrando al Museo Astrup Fearnley
Este museo que está repleto
de arte contemporáneo estrafalario, y que ha abierto de nuevo sus puertas en un
impresionante edificio en pleno puerto, es el último gran proyecto y el punto
de interés artístico más destacado de la ciudad.
Interior del Museo Astrup Fearnley
Diseñado por Renzo Piano y
terminado en el 2012, se ubica en un fabuloso edificio de madera que flota
sobre diques y balsas; una cubierta en forma de vela le da la apariencia de
antiguo navío. Contempla la incorporación de canales, parques, un centro
comercial (aún inconcluso) y una pequeña playa de guijarros, que es muy
apreciada por las familias de Oslo en verano.
Interior del Museo Astrup
En lugar de crear una
colección en torno a un período histórico o movimiento artístico determinados,
se centra en obras individuales o artistas que han roto barreras. Dicho esto,
el grueso de la colección original gira en torno a autores norteamericanos de
la década de 1980. La pieza más famosa es la escultura de cerámica dorada Michael Jackson and Bubbles, de Jeff
Koons.
Michael Jackson and Bubbles (la pieza más famosa del Museo Astrup Fearnley)
Los jueves de Julio y Agosto
a las 17.30 hay circuitos guiados en inglés que recorren las obras más
destacadas. También las hay en noruego, que salen todos los sábados y domingos
del año a las 13.00 y 14.00.
Horario de Apertura:
12.00-17.00 horas
(Martes-Miércoles y Viernes)
12.00-19.00 horas (Jueves)
11.00-17.00 horas (Sábado y
Domingo)
Una vez visitamos el museo recorrimos de nuevo el muelle hasta
que llegamos a una parada de autobús cerca del Ayuntamiento, donde tomamos un
bus que nos llevó hasta la Plaza de
Jerbanetorget para una vez allí tomar la línea 1 de metro que nos llevaría
hasta Holmenkollen, una zona montañosa
a las afueras de Oslo, donde se ubica uno de los saltos de esquí más modernos
del mundo.
Llegada a Holmenkollen
Vistas al Fiordo de Oslo desde Holmenkollen
Junto al trampolín de
saltos, se puede visitar el Museo de
Esquí. La entrada era gratuita con la Oslo Pass, sin embargo llegamos allí
más tarde de las cuatro de la tarde y por tanto nos lo encontramos cerrado, por
lo que no pudimos ni subir al trampolín ni visitar el museo, aunque eso sí
tomamos algunas fotografías del lugar, mientras los niños y los no tan niños
frecuentaban el lugar disfrutando de la pista de esquí que allí había.
Museo de Esquí
Salto de esquí de Holmenkollen
Salto de esquí de Holmenkollen
Justo al lado del salto de
esquí se encuentra la Holmenkollen
Chapel o capilla de Holmenkollen, preciosa por cierto, que permanecía
cerrada, y por tanto tuvimos que conformarnos con fotografiarla por fuera.
Capilla de Holmenkollen o Holmenkollen Chapel
Fachada de la Capilla de Holmenkollen
Con ello dabamos por concluida
nuestra visita a Holmenkollen, poniendo de nuevo rumbo a la parada de metro
para volver a la ciudad.
Una vez de nuevo en la
ciudad, aprovechando los últimos rayos de luz antes de regresar al hotel,
decidimos dar un paseo por la ribera del río Akerselva.
Cascada en el Río Akerselva
Río Akerselva
Paseando por la Ribera del Río Akerselva
Ya de noche y con los pies
destrozados, poníamos rumbo al hotel para dar por concluido nuestro tercer día
de viaje, y segundo día completo en la capital noruega.
¿Fue rentable comprar la tarjeta Oslo Pass?
- Precio de la Oslo Pass de 24 horas
395 NOK
- Museos Visitados
- Museo del Pueblo Noruego o Norsk Folkemuseum = 110 NOK
- Museo de los Barcos Vikingos = 60 NOK
- Museo del FRAM = 80 NOK
- Museo Kon-Tiki = 90 NOK
- Museo Marítimo Noruego = 80 NOK
- Museo Astrup Fearnley = 100 NOK
520 NOK
Ahorro = 520-395= 125 NOK
A esto tenemos que sumar el ferri nº 91 (tanto la ida como la vuelta) que nos salió gratis con la Oslo Pass; el metro (ida y vuelta) que tomamos para ir hasta Holmenkollen para visitar el salto de esquí; así como el tranvía para ir a la ribera del río Akerselva.
Es decir que si sumamos todos los transportes públicos que utilizamos a lo largo del día el ahorro aumenta.
Aún así, al ser nuestra visita a la ciudad en el mes de marzo, los museos cerraban antes, por lo que, de lo contrario, pudiéramos haber sacado aún más rendimiento a la tarjeta, visitando por ejemplo el Museo de Esquí y subiendo al trampolín en Holmenkollen, o visitando el Centro del Premio Nobel de la Paz, que se encuentra en pleno puerto, y que pasamos justo por la puerta, pero que sin embargo no pudimos visitar al haber cerrado cuando nos disponíamos a ello
Conclusión...
Si viajáis en otra época del año, os dará tiempo a visitar aún más cosas que a nosotros y por tanto ahorraréis aun más con vuestra Oslo Pass.
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